¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Juarezguillermo escriba una noticia?
"Venid, y ved las obras de Dios, temible en hechos sobre los hijos de los hombres" Salmo 66:5
La palabra magnífico se escucha mucho por todos lados en estos días. Al hablar de automóviles, películas, canciones o comida, no faltará alguien que diga: «¡Eso es magnífico!»
Pero si llamamos magníficas a cosas que son terrenales y luego llamamos magnífico a Dios, disminuimos lo verdaderamente magnífico que Él es. Una amiga mía tiene una regla en su casa: la palabra magnífico sólo está reservada para Dios.
Trivializar a Dios no es asunto trivial en absoluto. Él es muchísimo más que un compañero que encaje en nuestro «sistema de colegas» o algún cajero automático que responda a nuestros impulsos. Sólo dejaremos de estar demasiado impresionados con nosotros mismos y de perder el gozo de pertenecer a un Dios magnífico cuando nos quedemos atónitos ante Su magnífico carácter.
Reflexión: Si estás demasiado impresionado contigo mismo, échale una mirada más de cerca al carácter magnífico de Dios
Una mirada a los Salmos lo pone todo en perspectiva. Un salmista declara: «Porque Jehová el Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra» (Salmo 47:2). Y otro salmo da este mandamiento: «Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras!... Venid, ved las obras de Dios, temible en hechos sobre los hijos de los hombres» (Salmo 66:3, 5).
¿Qué podría ser más magnífico que el amor que llevó a Jesús a ir a la cruz por nosotros? ¡Colócale en el lugar que le corresponde como el Único que es verdaderamente magnífico y alaba a Dios por Su magnífica obra en tu vida!__