Lo que presuntamente hicieron los miembros de “La manada”, según consta en su condena, no es de recibo. Cinco contra una y tiro porque me toca no es un juego de la oca cuando una es la víctima y el grupo una jauría. N quiero entrar en exceso en ese asunto porque la polémica está servida desde el minuto uno, a favor y en contra.

 Sí me interesa el aspecto sociológico y más concretamente el Poder, que existe en todas las relaciones, sean consentidas o no. El hombre, como especie, diré entonces el hombre y la mujer para que no haya equívocos, es un animal territorial, de ahí que las guerras y la demostración de superioridad sea denominador común desde el principio de la especie. Y lo peor, la mayor crueldad se da cuando la víctima no se puede defender, entonces cualquier miembro de la especie humana se convierte en un lobo, si es en grupo, en manada.

 En ese punto un “no” revierte en más humillación y más sangre; la condición humana es así para desgracia de todos. Con ello no quiero argumentar nada en especial, salvo que si en un principio hubo consentimiento fue una inconsciencia por parte de la víctima que posteriormente se convertiría en trofeo para los miembros del grupo. Cuando la sinrazón manda puede ocurrir cualquier cosa.

En mi opinión, la cuestión podría haber terminado en una desgracia mayor ya que "la manada", en su intercambio de whassaps, dejaba claro que iban de caza, lo cual terminaron haciendo

 En mi opinión, la cuestión podría haber terminado en una desgracia mayor ya que "la manada", en su intercambio de whassaps, dejaba claro que iban de caza, lo cual terminaron haciendo. Que entre sus miembros haya un militar y un Guardia Civil, entronca perfectamente con el complejo de superioridad, en la creencia además, de una supuesta impunidad.

 El complejo se les quitará de golpe cuando lleven varios días en el Chabolo y sean conscientes de que la libertad es un bien muy preciado; la misma que durante un tiempo eliminaron de la vida de la víctima.

*Paco Roldán, consultor. +34 658507321

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