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En Perú, Hugo Cole era una figura famosa que constantemente era mencionado en los medios de comunicación
En Perú, Hugo Cole era una figura famosa que constantemente era mencionado en los medios de comunicación. Desde su juventud, el dinero fue su acompañante, y gracias a ello, el numero de amistades fue creciendo y en igual manera su gusto por las bailarinas exóticas, llevándolo a cometer infidelidad, tratando siempre de ocultar su verdadera vida a su esposa.
Pero en ese camino de ser reconocido, un día conoció un hombre que lo invitaría a ser parte del narcotráfico, dando su vida un vuelco inolvidable, cuando este hombre con quien comenzó a tener vínculos sociales cayó preso y el nombre de Hugo fue relacionado en un caso de narcotráfico, por lo que los medios lo vendieron como el hombre más buscado, incluso culpando a su esposa y el embargo inmediato de sus pertenencias.
El huir fue su decisión, bajo la conciencia de que él no era del todo inocente, así Hugo fue un prófugo de ley sin dinero ni para comer, y sin amigos a donde recurrir.
Su frustración, miedo y deseo de ver a su familia, lo motivaron a pensar en el suicidio, pero un día se encontró con una amiga que lo llevó a su hogar para ayudarle, con una condición: escuchar de Jesús.
Hugo
En su estadía en esa casa, Hugo notó algo que ellos tenían a pesar de que escondían a un prófugo: tenían paz.
Anhelando eso, Hugo acepta ir a la iglesia, y ahí su vida fue impactada: entregó su dolor y pecado a Dios. Pidió perdón por sus errores y retó a Dios a probar su existencia; desde ahí comenzó el nuevo proceso de justicia. La paz que tanto deseaba llegó a su vida.
Hugo decidió entregarse a las autoridades y cumplió 30 meses de prisión, a pesar de que le habían puesto 30 años, siendo ese el primer milagro.
De segundo, al cumplir su tiempo, todas sus pertenencias le fueron devueltas, siguiendo el tercer milagro más grande: tuvo a su familia de vuelta y la confianza y amor de su esposa.
Su familia fue sanada, junto con el corazón de su esposa Anita. Hugo ha visto cientos de milagros, y ha respondido al llamado de Dios de ayudar a los demás, sintiendo el perdón y amor del Padre.