¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Guatenew escriba una noticia?
Cuenta con la capacidad para expandirla si logra un acuerdo con el Ejecutivo
Aunque la principal prioridad de Minera Panamá es construir la planta para el procesamiento de mineral para la extracción de oro y cobre, la empresa no descarta la posibilidad de ampliar en un futuro la planta de generación de energía a base de carbón, que forma parte del proyecto Cobre Panamá, que deberá aportar 300 megavatios (MW, por sus siglas en inglés) al sistema eléctrico nacional.
Según Todd Clewett, gerente país de la empresa, la planta de energía es uno de los componentes del proyecto Cobre Panamá que registra el mayor nivel de avance y se espera que la misma entre en operaciones en el 2017.
Destacó que esta planta tendrá una capacidad para generar 300 MW y utilizará carbón como fuente de combustión, lo que forma parte de los planes de la Secretaría Nacional de Energía para diversificar la matriz energética del país y reducir su dependencia de combustibles derivados del petróleo que son costosos y altamente contaminantes, incorporando materias primas más económicas y amigables con el medio ambiente, entre las que destacan, además del carbón, el gas natural licuado (GNL), la energía solar y la eólica.
Clewett admitió que Panamá ofrece grandes oportunidades para la inversión en generación de energía, debido a su fuerte crecimiento económico y al incremento de la demanda de energía que este desempeño supone, por lo que admitió que Minera Panamá no descarta la posibilidad de ampliar en un futuro su planta de energía a fin de duplicar su capacidad de generación a 600 MW, ya que la planta está siendo desarrollada en un terreno que cuenta con espacio suficiente para duplicar su tamaño de ser necesario.
Sin embargo, advirtió que cualquier ampliación de la planta debe ser objeto de aprobación por parte de las autoridades nacionales, pero aclaró que hasta el momento no se ha discutido cuando ni como se realizaría esa ampliación y por tanto la prioridad es la construcción de la planta tal como fue aprobada como parte del proyecto Cobre Panamá.
Según Isaac Castillo, subsecretario Nacional de Energía, en la actualidad el país enfrenta una nueva dificultad, y es que la generación de energía mediante el desarrollo de plantas hidráulicas está llegando a su tope, lo que implica que la matriz energética del país tendrá que dar un giro importante en los próximos años a fin de tener como base la generación térmica mediante carbón y GNL, combustibles que son más económicos y menos contaminantes que los derivados del petróleos utilizados hoy en día.
La planta de energía es uno de los componentes del proyecto Cobre Panamá que registra el mayor nivel de avance y se espera que la misma entre en operaciones en el 2017
Castillo explicó que esto implicará para Panamá un reto muy particular, ya que de acuerdo con las estimaciones de la Secretaría Nacional de Energía, la generación hídrica en el país, que hoy representa el 57, 13% de la oferta energética, está llegando a su tope, porque no se podrán desarrollar nuevas hidroeléctricas.
El subsecretario Nacional de Energía destacó que, de hecho, el proyecto Chan II (que estará a cargo de la empresa Odebrecht Latin Finance, una subsidiaria de la multinacional brasileña Odebrecht, empresa que estima que el proyecto tendrá un costo superior a los $1.000 millones, podría ser la última hidroeléctrica de gran tamaño que se desarrollará en el país, ya que aún cuando existe la posibilidad de seguir construyendo proyectos de generación hidráulica, estos serían pequeños por lo que el grueso de la demanda futura tendrá que suplirse mediante la generación térmica, y lo que se busca es que esa generación tenga como base otras fuentes renovables, como el carbón y el GNL.
Finalmente, para el presidente del Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), Ricardo Sotelo, no hay dudas que en el país se está trabajando en el mejoramiento de su sistema de generación y distribución de energía eléctrica, para convertirlo en uno de los mejores de la región, pero advirtió que el país está en una carrera por contar con la energía que requiere no solo para seguir creciendo al ritmo que lleva actualmente, sino también para garantizar el desarrollo de nuevos emprendimientos industriales, generados gracias a las nuevas políticas destinadas a atraer capital productivo al país.
Por ello, aclaró que para el SIP, además de incorporar nuevas materias primas a la matriz energética, como el carbón y el GNL, Panamá tiene la necesidad de darle un nuevo impulso a la interconexión eléctrica con Colombia.
A juicio de Sotelo, esta interconexión permitirá el desarrollo de un mercado energético regional que ayudaría a asegurar el suministro que demandan los países cuando estén en diferentes situaciones de riesgo, garantizando la disponibilidad de energía.