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Si hay un Tribunal Supremo grotesco, e incluso ridículo en este planeta, ese es el actual Tribunal Supremo de España, un nido de derechistas que raya con el fascismo del otrora Tribunal de Orden Público de Franco, una vergüenza para el mundo
Viene a cuento este artículo, por el escándalo que está suscitando el procesamiento y condena del Diputado de Unidas Podemos por Tenerife, Alberto Rodríguez, algo que ha desembocado en un enfrentamiento entre el Poder Judicial y el Poder Legislativo, dejando con el culo al aire a la democracia española.
Del interrogatorio del policía supuestamente agredido por el diputado, se desprende fácilmente que todo es un montaje de la fiscalía, otra vergüenza a sumar al Poder Judicial español, puesto en entredicho en numerosas ocasiones y cuestionado por las autoridades de la Unión Europea, en otras tantas.
En su declaración inicial, el agente de policía declaró que le había dado una patada en la mano y en una pierna, pero resulta arto difícil creerle, ya que llevaba en una mano el escudo protector y en la otra la porra, así que una de dos o no hizo o no sabe hacer uso de sus protecciones, con lo cual habría que sancionar al agente por impericia profesional.
En una nueva declaración ante el Alto Tribunal, dice que la patada fue en la rodilla y no le produjo daños ni lesiones según el informe médico, además no se retiró de la barrera de choque en la que se encontraba cuando según él mismo fue agredido por el Diputado.
No vamos a seguir contando anécdotas…está claro que se trata de un circo para inhabilitar al Diputado, algo impresentable en una democracia.
Otra cosa sería si el Diputado, le hubiera arrebatado la porra al agente y le hubiera roto el casco (algo casi imposible) y con la misma porra le hubiera partido la mandíbula (algo poco probable) porque la cara la tiene muy dura, para prestarse a tamaño montaje.
A favor del agente hemos de decir que donde dijo digo, después dijo diego, pero al Alto Tribunal eso le trae sin cuidado alguno, porque lo suyo es inhabilitar al Diputado a toda costa, incluso a costa del ridículo internacional, dejando en evidencia a España, como si de una dictadura bananera se tratase.
Ningún Poder del Estado, debe escapar al escrutinio de la Soberanía Popular
Lo más vergonzoso del asunto, es que estamos hablando de un Tribunal Supremo que ejerce en funciones y tiene el santo cuajo, de emitir una sentencia que le enfrenta con el Poder Legislativo, justo el Poder más legítimo del Estado, ya que es electo por la ciudadanía mediante el voto universal y secreto, mientras a los magistrados los designan a dedo y por ternas, los partidos políticos, sin hacerlos pasar por las urnas.
Y en buena lid hay que decir que se representan a ellos mismo, es un Poder que carece de “Auctoritas”, cuando lo lógico es que sean elegidos por los ciudadanos.
No tienen autoridad moral ni soporte popular, su legitimidad nace de las leyes que ellos mismos manipulan con sus sentencias, sentencias que en muchas ocasiones deslegitima su autoridad ante los ciudadanos y ante el resto de los Poderes del Estado.
Cuando el Poder Judicial pretende gobernar un país a golpe de sentencias, se convierte en Poder golpista, ilegítimo y execrable, al que hay que pararle los pies.
El Estado Moderno, no puede admitir que su Poder Judicial se convierta en una casta de intocables que pretende imponer sus criterios al resto de los Poderes del Estado de Derecho y más cuando, repito carece el “Auctoritas” necesario que emana de la soberanía popular.
Seguimos insistiendo en que a Fiscales y Jueces hay que elegirlos mediante el Sufragio Universal, y que estos después elijan a sus órganos superiores tal como reza el manual de la democracia en la representación delegada.
Mientras tanto estaremos hablando de un club de señoritos privilegiados con derecho de pernada y eso no se casa con una democracia moderna y europea.
Es más, no se casa con una sociedad civilizada, es más propio de las hordas bárbaras y primitiva.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro