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Bueno, no te culpo, pero tampoco te aconsejo que sigas así sin haber evaluado bien aquello que has aprendido a dar por cierto sin comprobarlo
Cada vez somos más los que nos hemos apartado de la religión en la que fuimos educados de niños (Cristiana, Musulmana, etc.). Muchos tuvimos muchas dudas de fe que nunca nos fueron contestadas satisfactoriamente cuando íbamos a la iglesia o al colegio o en la escuela dominical. En general la mayoría de personas simplemente cree porque todos los demás creen. Y qué pasaría si los que ahora ya no creemos fueramos mayoría o fueramos los que ocupáramos los principales puestos en el gobierno y en las empresas. Pues que el resto de la gente dejaría de creer por conveniencia o simplemente arrastrados por la masa. De igual forma dejarían de creer en Dios sin haberlo cuestionado y hasta dirían que Dios no existe sin haber cuestionado jamás si hay verdadero fundamento para dejar de creer en Dios.
Pues bien, si tú quieres formar tu criterio propio, deberías empezar por cuestionar bien todo aquello que hasta hoy has dado por cierto simplemente porque los demás lo creen así. Fíjate que en la época de los griegos y los romanos, la gente creía en sus dioses (Zeus ó Júpiter; Apolo, Mercurio, Afrodita, Hércules, etc.). Y para ellos eran ciertas todas aquellas historias de peleas y amores de los dioses entre ellos mismos y entre dioses y humanos. No lo cuestionaban. Simplemente creían porque todos creían.
En general la mayoría de personas simplemente cree porque todos los demás creen
Luego vino el cristianismo y la gente dejó de creer en los dioses que tenían antes y empezó a creer en el dios de los judíos y en Jesús. No voy a entrar en detalle ahora del por qué dejaron de creer en los primeros y por qué luego creyeron en el segundo. Lo que quiero ejemplificar aquí es el cómo la gente acepta por cierto y sin dudar algo de lo que no tiene ninguna prueba. Antes de extinguirse la religión de los romanos o mitología romana como nos atrevemos a llamarle hoy, nadie se hubiese atrevido a mofarse de los que creen que un dios tuvo relaciones con una mujer y engendró un hijo que se llama Aquiles o aquel otro Hércules. En cambio hoy en día sí lo hacemos. Vemos hasta con gracia las bellas historias de la mitología griega, pero como algo imposible de creer como cierto por cualquiera que esté en sus cabales.
Qué ocurriría hoy en cambio si alguien se mofa de la gente que cree que un dios engendró un hijo en una mujer virgen y que éste luego vino a ser un hombre y dios a la vez y, para terminar de complicar el asunto resulta que ese hijo de Dios es a la vez el mismo Dios y que el que lo engendró no fue el Dios Padre sino el Dios Espíritu Santo y que los tres son Dios y sin embargo no son el mismo y a la vez sí son el mismo. Parece un enredijo peor que un trabalenguas o un crucigrama. Y sin embargo la gente lo cree sin cuestionarlo y mucho menos le preocupa entenderlo o encontrarle coherencia.
Si tú quieres formar tu criterio propio, deberías empezar por cuestionar bien todo aquello que hasta hoy has dado por cierto
¿Quieres saber más? Sólo sigue pendiente de las noticias de este género que espero seguir publicando aquí.